Política

No le pedían tanto: el RIGI de Milei le da muchos más beneficios de los que esperaban los empresarios

Por Francisco Aristi 

El Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI) que propone el gobierno de Javier Milei en la ley ómnibus XS "es una amenaza para la industria nacional". La advertencia la hizo Víctor Delbuono, del centro de estudios Fundar, quien también evaluó que el proyecto que se discute en el Senado fue redactado "incondicionalmente" para las grandes empresas.

"Aunque el régimen busca atraer inversiones mediante condiciones favorables, su diseño es contraproducente. Limita severamente las capacidades regulatorias del Estado y parece responder a las condiciones exigidas para la inversión por parte del capital extranjero", dijo Delbuono a Letra P.

El economista remarcó que el RIGI "impide el uso de políticas industriales para desarrollar sectores productivos locales". En ese sentido, ejemplificó: "Establece un arancel cero para la importación de insumos para los proyectos de inversión y eso pone en desventaja competitiva a todos los productores locales que deben pagar, por los mismos insumos, un arancel del 15%".

Javier Milei y los recursos naturales

Delbuono calificó al RIGI como "excesivamente generoso. Otorga 30 años de beneficios impositivos y elimina restricciones cambiarias en la exportación e importación". El antiguo director nacional de Economía Minera también evaluó que el régimen "limita la capacidad del gobierno para gestionar recursos críticos, como el petróleo, el cobre y el litio en situaciones de necesidad nacional".

El economista especialista en recursos naturales consideró que habría que proponer un régimen de incentivo y promoción "con un plazo más corto (5 a 10 años) y debatir la necesidad de vincular las condiciones del régimen a la situación macroeconómica actual, en lugar de ofrecer estabilidad incondicional y excesivamente prolongada".

Especialistas consideran que la promoción de la minería litífera plantea un interrogante extra: qué tipo de relación puede construir la administración libertaria con China, que sigue siendo el socio económico principal de Argentina pese al destrato diplomático de Milei y sobre todo de la canciller Diana Mondino.

Todas las economías desarrolladas -sostienen- están procurando la seguridad en el abastecimiento de los metales críticos para la transición energética, como el litio y el cobre. China sigue siendo el comprador mundial principal de litio y los dos proyectos productivos listos para ponerse en marcha en la Puna, tienen participación de capitales chinos: Cauchari Olaroz, en Jujuy, con inversores asiáticos y canadienses; y Centenario Ratones, en Salta, con capitales franceses y chinos.

La seguridad jurídica, hasta ahí

El director de Recursos Naturales de Fundar, Carlos Freytes, afirmó la redacción del RIGI tiene problemas. "La exenciones impositivas que otorga el RIGI son mucho más generosas que lo que las propias empresas estaban reclamando para invertir en Argentina", dijo a Radio Con Vos que porque ".

"Los beneficios escandalosos que otorga el RIGI van a terminar siendo revisado por los futuros gobiernos y, eso, genera una amenaza de litigiosidad más que de seguridad jurídica", planteó Freytes.

La redacción del proyecto del RIGI se le atribuye al ex ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro, quien fue eyectado del gabinete libertario después de ser acusado de informar a la prensa sobre una frase del Presidente, dirigida a los gobernadores: "Los voy a dejar sin un peso".

Hasta el año pasado Ferraro fue director de Infraestructura de la consultora internacional KPMG, que provee servicios de auditoría, impuestos y asesoría a empresas. KPMG tiene entre sus clientela a las mineras Orocobre, Glencore, Patagonia Gold, ZinJin; todas con intereses en la explotación de los recursos naturales nacionales.

Fuente: Letra P