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La pandemia sigue trayendo protestas en América Latina

SPUTNIK

La lenta llegada de vacunas contra el COVID-19 no impide que las protestas contra los Gobiernos por su respuesta a la pandemia se acumulen en las primeras semanas de 2021. Al tiempo que Paraguay va por su "tercer marzo paraguayo", la provincia argentina de Formosa, Brasil y Perú salen a las calles contra nuevos confinamientos.

Las protestas contra los Gobiernos por su respuesta a la pandemia de COVID-19 comienzan a extenderse en algunos puntos de Sudamérica, a un año de que el coronavirus SARS-CoV-2 aterrizara en la región. En los primeros días de marzo, las manifestaciones se concentraron en Paraguay y la provincia argentina de Formosa, sumándose a otras desatadas en otros puntos del continente en los primeros meses de 2021.

En Paraguay, las manifestaciones se desataron el viernes de marzo frente a la sede del Congreso, en el centro de la ciudad de Asunción. Las protestas habían sido convocadas a través de redes sociales y con el apoyo de grupos ciudadanos como el denominado Ciudadanos Autoconvocados Comisión Escrache (CACE), que desde 2018 se dedica a organizar acciones de protesta contra la corrupción en el sistema político.

Desde su inicio, esta nueva ola de manifestaciones apuntó contra la falta de respuesta del Gobierno de Mario Abdo Benítez en el control de la pandemia, que ya lleva más de 168.000 contagiados y supera las 3.300 muertes por la enfermedad. Los manifestantes señalaron a Abdo Benítez por corrupción y exigieron nuevas respuestas ante la escasez de insumos sanitarios en los centros de salud del país.

Si bien estaban convocadas como movilizaciones pacíficas, la manifestación derivó en la noche del viernes 5 en enfrentamientos con la Policía. Según consignó el diario paraguayo La Nación, la Policía dispuso de camiones hidrantes, gases lacrimógenos y policías a caballo para contener a los manifestantes.

De acuerdo a las crónicas, un grupo de "encapuchados" -que según los organizadores de las protestas podrían ser infiltrados- avanzó hacia el cordón policial establecido en las inmediaciones del Congreso. Los agentes respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos.

La movilización culminó con al menos una veintena de heridos, entre ellos unos 12 efectivos policiales. También se registró el fallecimiento de un hombre que fue atendido en un centro asistencial con una herida penetrante en el tórax. De todos modos, la Policía de Paraguay informó a la prensa local que la muerte no estaría relacionada con los incidentes.

Los incidentes se reiteraron al día siguiente, aunque con cambio de sede: la protesta ya no fue en la sede del Congreso sino en las inmediaciones de la residencia presidencial, conocida como Mburuvicha Róga ("Casa del Líder" en guaraní). La Policía detuvo a ocho manifestantes que, según la fuerza del órden, intentaron avanzar más allá del cordón policial instalado fuera de la residencia presidencial.

Los detenidos fueron liberados al día siguiente, jornada en que las manifestaciones continuaron en el mismo lugar, aunque ya sin incidentes. Acuciado por las protestas, el presidente Abdo Benítez debió anunciar en la noche del sábado 6 una remodelación de su Gabinete. A la renuncia de su ministro de Salud, Julio Mazzoleni, le siguieron los titulares de las carteras de Educación y de Mujer, además del jefe del Gabinete Civil, todos entre las figuras más cuestionadas. El presidente adelantó que habrá más cambios, aunque no especificó cuáles.

Las movilizaciones no parecen detenerse y, desde su convocatoria, fueron calificadas como el "tercer marzo paraguayo", en referencia al primer marzo paraguayo, término con el que se conoce a las movilizaciones populares de marzo de 1999 a partir del asesinato del entonces vicepresidente Luis María Argaña. El "segundo marzo paraguayo" se dio en 2017, cuando una serie de manifestaciones impidieron que el entonces presidente, Horacio Cartes, reformara la Constitución para buscar su reelección.

Protestas en Formosa por regresar al confinamiento

A poco más de 150 kilómetros de Asunción, en la ciudad de Formosa -capital de la provincia argentina homónima (norte)- miles de personas también salieron a la calle en repudio a la decisión del gobernador, Gildo Insfrán, de decretar el regreso a la fase 1 de respuesta a la pandemia, que implica volver al confinamiento obligatorio y estricto de la población.

Las movilizaciones, convocadas a través de redes sociales y desde sectores políicos de oposición a Insfrán, se iniciaron en la noche del jueves 4 y tuvieron los primeros incidentes en la mañana del viernes 5, cuando la Policía reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos. Según el diario argentino La Nación, 93 personas fueron detenidas tras elprimer día de protestas.

Las movilizaciones continuaron en los días siguientes y tuvieron su punto de mayor convocatoria el domingo 7 cuando, según reportó el diario Clarín, unas 5.000 personas se concentraron en el centro de Formosa.

Los señalamientos contra el gobernador por violaciones a los derechos humanos motivaron la intervención del propio presidente de la Nación, Alberto Fernández, que convocó al gobernante provincial a una reunión en Buenos Aires.

Caceroleos contra Bolsonaro y los toque de queda

Paraguay y Argentina no son los únicos países que concentran protestas multitudinarias contra los Gobiernos por su respuesta a la pandemia en lo que va de 2021. El 23 de enero de 2021 se generaron protestas en 50 ciudades del país para reclamar la destitución del presidente, Jair Bolsonaro, a quien los manifestantes acusan por su inacción para controlar la pandemia y por las demoras en la vacunación contra el COVID-19.

También hubo protestas en febrero cuando docentes brasileños, sobre todo de Sao Paulo, salieron a las calles para repudiar la decisión del Gobierno estadual de reiniciar las clases presenciales, a pesar de que la pandemia no está controlada. El comienzo de marzo trajo más cacerolazos y bocinazos contra Bolsonaro, debido a que el país alcanzó su pico máximo de muertes -1.910 en un día- y estados como Rio de Janeiro y Sao Paulo debieron endurecer sus restricciones.

En Perú, centenares de ciudadanos salieron a las calles de Lima para protestar contra cuarentenas focalizadas por regiones decretadas por el presidente transitorio, Francisco Sagasti, en enero y febrero de 2021.