Política

Milei lo entendió: sin casta no hay paraíso

El presidente Javier Milei necesita afianzar el vínculo con la política para detener una rebelión en el Senado. Ómnibus XS y reforma fiscal, con la marca del 25M.

Por Mauricio Cantando

Javier Milei logró su primer triunfo legislativo con la aprobación de la ley ómnibus XS y la reforma fiscal en la Cámara de Diputados tras un laborioso acuerdo con la casta política, que en el imaginario libertario integran gobernadores, dirigentes sindicales, movimientos sociales y referentes de la oposición. Por algunos errores no forzados, esa incómoda sociedad no le garantiza al Presidente una rápida sanción en el Senado.

Los principales yerros fueron haber negado un mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias más alto para la Patagonia, quitar el gravamen al tabaco que finalmente fue incrustado por una peculiar alianza legislativa en el recinto y dejar fuera de la mesa de negociación a los outsiders del Senado, que fueron los artífices del rechazo al DNU 70/23.

Estas omisiones imposibilitan al Gobierno sancionar la reforma fiscal sin romper Unión por la Patria. También dificultan el tratamiento de la ley ómnibus XS, aun cuando Guillermo Francos cerró un acuerdo con la mayoría de los gobernadores que debería garantizar una mayoría holgada en la cámara alta.

Aunque diga otra cosa, Milei apuesta al toma y daca para llegar al 25 de mayo con ambas leyes sancionadas. El mejor escenario es un retorno rápido a Diputados -con correcciones del texto que llegó al Senado- para que los proyectos sean sancionados unos días antes del aniversario patrio.

Pero en el Congreso hay demasiados interesados en alterar esa agenda. Francos rompió los manuales libertarios y ofreció reactivar la obra pública a cambio de votos. "Para el segundo semestre", promete a diputados y gobernadores.

La ley ómnibus de la casta

La victoria con cartón lleno en Diputados tuvo dos elementos centrales. Uno fue el trabajo minucioso y conservador de Francos y del titular de la cámara baja, Martín Menem, para adaptar los textos al paladar de los dialoguistas.

El factor principal, sin duda, fueron las gestiones con los actores de poder que sobrevuelan el Congreso y son determinantes para sancionar cualquier ley. Cuando los proyectos se negocian sólo en los pasillos legislativos se terminan perdiendo en la ciénaga de la rosca. El intercambio de borradores entre el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y los referentes dialoguistas podía haber seguido eternamente si no se ordenaba la negociación desde afuera del palacio.

Francos y Rolandi escribieron fragmentos para condicionar a la casta y les fue bien. El Registro de Grandes Inversores, el RIGI, que integra la ley ómnibus, promete desembolsos añorados en algunas provincias. El rionegrino Alberto Weretilneck espera usarlo para una planta de licuefacción de gas natural licuado. En Salta, San Juan y Catamarca esperan millonadas de las mineras.

El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, pateó el capítulo de gas y energía para contentar a las provincias petroleras. Lo confesó en el recinto el neuquino Rodrigo Llancafilo.

Los fondos fiduciarios podrían eliminarse, a excepción del dedicado a zonas frías, pero se derivará a las provincias el dinero que era coparticipable. El monotributo social, finalmente, no se extinguirá: se anexó un párrafo para sostenerlo.

Gremios y radicales, adentro

La reforma laboral anexada en la ley ómnibus XS no tuvo una marcha sindical en contra, como temía Menem cuando definió día y fecha de sesión. Fue así porque la vida de los sindicatos no variará demasiado con esos 16 artículos: mantendrán su cuota sindical y, sólo si quieren, cambiarán la indemnización por un fondo de cese.

Las chances de contratar cinco empleados por fuera del régimen es tal vez el único golpecito a los gremios. Con oficio, Miguel Pichetto convenció a los popes sindicales de la conveniencia de no incentivar un bisturí más profundo. Tal vez la dirigencia de base obligue a una presión mayor durante el debate en el Senado.

Las privatizaciones quedaron reducidas a 11 empresas, sólo cinco con venta total. Aerolíneas Argentinas, es la más conocida y nunca conmovió a la oposición. Francos salvó a Yacimientos Carboníferos Fiscales de Río Turbio, para sostener su vínculo con el gobernador santacruceño Claudio Vidal y pedirle los votos del Senado.

La otra negociación que se hizo sentir en el recinto de Diputados fue la que encabezó el subsecretario de Políticas universitarias, Alejandro Álvarez, con los rectores de las casas de estudios superiores que impulsaron la histórica marcha hace diez días.

El grupo radical identificado con Martín Lousteau y el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, aprobó en la cámara baja casi todos los artículos sin chistar. Sólo hubo algunas abstenciones. La demora para dictaminar un proyecto que fije el presupuesto universitario exhibió a la luz del día esta negociación.

Milei ya no encuentra motivos para criticar al radicalismo: el bloque que conduce Rodrigo De Loredo aportó más de los 24 votos prometidos y fue decisivo el triunfo libertario en Diputados. Los gobernadores de la UCR quieren ser dialoguistas hasta el año próximo, que será electoral, como mínimo.

Otro dato fue el doble juego de la Coalición Cívica. Elisa Carrió armó un bloque propio, pero sus miembros no se preocuparon en embarrar la cancha. No se sabe hasta cuándo mantendrán esa postura.

Maldito tabaco

La única votación perdida por La Libertad Avanza fue la del fondo del tabaco y merece una autocrítica de la Casa Rosada, por haber eliminado del dictamen un capítulo que finalmente fue aprobado en el recinto.

En el oficailismo aseguran que fue el único pedido del PRO y que no podían negarse. En la oposición no les creen: hablan de un diálogo de Francos con Massalin Particulares, la enemiga de Tabacalera Sarandí, víctima de la reforma.

En el oficialismo no imaginaban que el resto de los bloques juntaría una mayoría para imponerse. Ocurrió porque 21 miembros de UP votaron a favor, sin considerar la voz de su jefe, Germán Martínez, que pidió a la bancada abstenerse.

Victoria Tolosa Paz hizo las gestiones en su grupo de WhatsApp, llamado "Los federales", que reúne a la mitad de la bancada. Fueron igual de decisivos -o incluso más- los llamados del exdiputado misionero Cacho Bárbaro.

Que se haya aprobado el impuesto al tabaco resulta un doble problema para el Gobierno porque necesita el aval del Senado para no trabar la ley ómnibus y está claro que nadie puede manejar esa votación. Por si faltaba algo, este viernes surgió otro problema: se detectó en la versión taquigráfica que varios diputados que pidieron abstenerse no fueron consignados y el conteo final estaría mal hecho. Sería empate. Si se judicializa, correría peligro toda la ley ómnibus.

En la cámara alta, el bloque UP mantuvo un Zoom el jueves y acordaron consultar a especialistas sobre el conflicto del tabaco antes de tomar una decisión. Aportarán información la salteña Nora del Valle Giménez y la jujeña Carolina Moises, ambas están en contra de ayudar al Señor del Tabaco. Tal vez no haya abstenciones.

La vuelta de los outsiders

La chance de que los proyectos no regresen a Diputados es, por ahora, remota. Depende de una conversión de gobernadores de Unión por la Patria, beneficiados por la reversión de Ganancias y el RIGI. Menem empezó a perder la paciencia: esperaba un clima cordial para debatir las reformas en seguridad de Patricia Bullrich. El reto más difícil para el riojano será evitar que el miércoles la oposición firme el dictamen definitivo para cambiar la fórmula jubilatoria, con un aumento del 8%, y lo lleve al recinto la semana siguiente, con la mayoría garantizada para la aprobación.

La presión de la Rosada a los gobernadores logró persuadir al catamarqueño Raúl Jalil. Aportó un voto en Diputados para Ganancias y cuenta con un solo senador que le responde: Guillermo Andrada. El mandatario de Tucumán, Osvaldo Jaldo, el único peronista aliado, intentará sumar a la senadora Sandra Mendoza, esposa del intendente de Famaillá, José Orellana. Las mineras presionan al exgobernador sanjuanino Sergio Uñac. Estas provincias, además, se favorecen de la reversión de Ganancias por los aumentos en la coparticipación.

Francos gestiona los votos de tres santiagueños y el gobernador Gerardo Zamora no le responde porque quiere gestos concretos. Sólo este marco de alianzas, soñado para la Casa Rosada, podría compensar la pérdida de los seis patagónicos en la votación de Ganancias.

Pero a LLA no le alcanzará si se suman otros díscolos como el radical Martín Lousteau, contabilizado como voto negativo por la administración Milei.

El problema del Gobierno es que, ante la posibilidad de un retorno de los proyectos a Diputados, cualquier opositor querrá reescribir algún párrafo para llevarse un trofeo.

Es por eso que los outsiders Carlos Espínola y Edgardo Kueider, socios de la cordobesa Alejandra Vigo, hablan de corregir ambas iniciativas durante varias semanas y bloquear el Pacto de Mayo. Se saben decisivos en la votación.

Las claves

Por la demora de Milei en exhibir una mayoría, los gobernadores empezaron a sufrir rebeliones en el Senado. La rionegrina Mónica Silva no quiere sancionar las leyes a libro cerrado, como le pide Weretilneck. Tampoco lo quieren hacer la dupla santacruceña, integrada por José María Carambia y Natalia Gadano, que se consideran autónomos. La neuquina Lucila Crexell se dice socia de Rolando Figueroa y nadie la apura.

El plenario de comisiones del Senado para debatir los proyectos será entre martes y jueves, con visitas de funcionarios, bajo la expectativa de dictaminar y sesionar la siguiente semana, el 16.

La viabilidad de este plan se sabrá con las firmas de figuras decisivas en el recinto que participarán de los plenarios, como las de Kueider (preside la comisión de Asuntos Constitucionales), Lousteau, Carambia, Silva y de la tucumana Mendoza.

También la porteña Guadalupe Tagliaferri, cercana a Horacio Rodríguez Larreta, parece con intenciones de hacer causa común con Lousteau e ignorar la condición del PRO de aliado del oficialismo.

En el kirchnerismo se frotan las manos. Si contienen a los 33 votos de UP, saldrán a buscar los cuatro más para voltear los proyectos. Es por eso que en la reunión de bloque de este lunes sólo se hablará de la votación en general. Nadie menciona el articulado.

El plan B en el Instituto Patria es igual de tentador: consiste en rechazar algunos capítulos con 48 votos, los dos tercios y obligar a que sean ratificados en Diputados que, para evitarlo, debería reunir una mayoría similar. Tal vez, antes de exponerse a esa situación, al Gobierno le convenga parar la pelota. Una vez más.

Fuente: Letra P