El mundo

¿Qué pasa si el capitalismo se va a la mierda?

Por Santiago Mayor

La tarea de la ideología capitalista no es convencernos de algo (esa sería la tarea de algún tipo de propaganda), sino ocultar el hecho de que las operaciones del capital no dependen de algún tipo de creencia subjetivamente compartida                                                                                                                            Mark Fisher, Realismo Capitalista

La serie francesa L'Effondrement ("El Colapso") salió a la luz en noviembre de 2019 producida por el colectivo Les Parasites integrado por tres jóvenes cineastas: Gullaume Desjardins, Jéremy Bernard y Bastien Ughietto.

En ocho breves capítulos que rondan los 20 minutos -el más largo dura 28- se relatan historias aparentemente desconectadas entre sí pero que transcurren en un mismo universo donde todo ha colapsado. Hay cortes de luz, desabastecimiento de alimentos, de combustible, caen los sistemas de los bancos, no funcionan las tarjetas.

Todo sucede en Francia, aunque se le da a entender a les espectadores que la catástrofe es global.

Sin embargo, en ningún momento sabemos qué pasó. El primer episodio transcurre en el "día 2 después del colapso" y así, a medida que avanzan los capítulos también pasa el tiempo y la situación se va deteriorando cada vez más.

No es otra tonta serie prefabricada

En tiempos de híper producción de series en serie, de estandarización de contenidos en base a algoritmos, L'Effondrement viene a proponer algo diferente.

Su brevedad no atenta contra la densidad del contenido de las historias y su descarnada humanidad: el egoísmo, la solidaridad, la racionalidad o la desesperación se combinan, se entrecruzan e incluso atraviesan a un mismo personaje en cuestión de minutos y no por eso pierde coherencia con lo que está narrando.

El hecho de que cada capítulo esté filmado en un único plano secuencia logra acercar a les espectadores a lo que está sucediendo y vivir cada momento como protagonista de los hechos sin saber que pasa detrás, en la calle o en el cuarto de al lado. Permite sentir la tensión cuando todo está por estallar y la adrenalina cuando esto sucede.

L'Effondrement además tiene una mirada clara sobre las diferencias de clase. No estamos todes en el mismo barco. Un empresario atraviesa el colapso de una forma muy diferente a la dueña de un comercio, una anciana en un asilo o el cajero de un supermercado.

Sin embargo, hay un hilo conductor que recorre todos los episodios. Las y los protagonistas se debaten siempre entre quedarse a resistir o escapar, huir, salir de esa sociedad que ya dejó de existir pero que en su descomposición todavía sigue causando daño.

En ningún momento la serie propone un nuevo orden social, ni utópico ni distópico. No busca ser Years & Years o The Handmaid's Tale. Esto fue y esto se terminó. No hubo alternativa o no importó. El fin del mundo llegó antes que el fin del capitalismo.

Este nihilismo del presente es levemente puesto en cuestión en el octavo y último capítulo que transcurre cinco días antes del colapso. Es el único momento en que la historia se cuenta hacia atrás y recién allí se da a entender -aunque nunca se explica del todo- qué pasó o, más bien, qué puede haber pasado.

Sin embargo, eso ya no importa.

El Colapso se puede ver online acá

Fuente: Notas Periodismo Popular