Política

"Viudas" del poder frente a la Justicia: cómo siguen las causas por corrupción contra Cigudosa y Torres Otarola

Por Arturo Haffner

Despierta notable expectativa social el destino que tendrán las causas judiciales por presunta corrupción que afrontan dos mujeres que integraron el gabinete chubutense. El Ministerio Público Fiscal confirmó la imputación de la exministra de Educación -actual diputada provincial por Chubut al Frente- Graciela Cigudosa. Busca probar una presunta defraudación al Estado mediante irregularidades en el manejo de fondos en la administración de obras para refacción de escuelas de la provincia. Por su parte, Cecilia Torres Otarola -primero diputada provincial K y luego ministra de Familia, finalmente despedida por el gobernador Mariano Arcioni- tendrá que comparecer ante el juez el próximo martes 11 de agosto. Ese día será notificada de las acusaciones que pesan en su contra por defraudación al Estado.

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Cigudosa es investigada por presuntas irregularidades en el manejo de fondos de administración de obras para la refacción de escuelas. En la causa hay otras siete personas imputadas, entre exfuncionarios y empresarios. El caso es investigado por el fiscal Omar Rodríguez.

Junto a Cigudosa fueron imputados el exsubsecretario del ministerio Raúl Alberto Care y su secretario Gustavo Ariel Hueichan; los empresarios Richard Daniel Schmitd y Daniel Benjamín Gel y otras tres personas identificadas como Félix Currumil, Jorge Roberto Santucho y Roxana Verónica Pereyra, que habrían formado parte de la maniobra fraudulenta.

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La investigación tiene como hipótesis el armado simulado de concursos de empresas para direccionar las licitaciones y luego establecer sobreprecios de más del 500% de su valor en el mercado en materiales. Está centrada en las obras de establecimientos educativos ubicados en Rawson y Playa Unión.

La Fiscalía afirma que "se logró establecer por parte de la exministra de Educación de Chubut Graciela Cigudosa, el subsecretario de Educación Raúl Care, Gustavo Hueichan, Roxana Pereyra, Jorge Santucho y Daniel Benjamín Gel el plan congeniado por ellos a fin de obtener un lucro indebido defraudando las arcas de la provincia del Chubut a través de una compulsa de precios inexistentes".

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Acerca de la pena que le podría caber a Cigudosa en caso de que la causa sea elevada a juicio y se determine su responsabilidad penal, la Fiscalía adelantó que pedirá que no sea "inferior a los a los tres (3) años y (6) meses de prisión, más la inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos". Los fiscales señalan a la exministra como "pieza central de la actividad delictiva, por ser en aquel entonces ser la autoridad máxima".

Además de la imputación se solicita al juez que "ordene el decomiso de los bienes que resultan el fruto de las conductas ilícitas enrostradas, consistiendo en todos los bienes muebles e inmuebles necesarios hasta alcanzar la suma del perjuicio ocasionado, por cada uno de los imputados".

El caso de Torres Otarola

Fabián Gabalachis -abogado de la exministra de Desarrollo Social, Familia, Mujer y Juventud, Cecilia Torres Otarola- aseguró que su representada considera "normal" la práctica de "contratar empleados que no asisten a sus lugares de trabajo, ya que incluso se logran mejores objetivos con personas que no están todo el día en sus despachos". "El mejor de los supuestos que yo puedo avizorar es comprometer a más gente", dijo el letrado en una elíptica amenaza a otros funcionarios, y agregó que "los organismos de contralor del Estado no funcionan".

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Los presuntos delitos fueron cometidos por la dirigente oriunda de Trevelin en dos períodos distintos. En primer lugar, mientras era diputada provincial, entre 2015 y 2019. Luego, cuando ejercía como ministra de Mariano Arcioni entre el 10 de diciembre de 2019 y el 30 de junio último.

La mujer que rompió el equilibrio del gabinete de Mariano Arcioni irrumpió en la política chubutense hace menos de cinco años. Tras trabajar varios años como terapista ocupacional, María Cecilia Torres Otarola (Trevelin, 1980) se hizo conocida fuera de Esquel en las elecciones de 2015, cuando se declaraba fervorosamente kirchnerista. En tal condición integró la boleta del Frente Para la Victoria que ganó en la categoría de diputados provinciales.

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No se puede negar que tuvo timming para estar siempre en la vereda del sol. Una vez radicada en Rawson comenzó a hacerle llegar mensajes de amistad a quien había criticado hasta pocos meses antes: Mario Das Neves.

El tres veces gobernador había asumido su tercer mandato y carecía de mayoría en la Legislatura. Torres Otarola coqueteó un tiempo con Carlos Linares, pero terminó en los brazos de Das Neves. Algún guiño oportuno del entonces titular de la Cámara de Diputados, Mariano Arcioni, seguramente la ayudó a tomar su decisión. Torres Otarola tenía entonces como asesor a Federico Massoni, quien bien pudo haber sido el nexo con el hoy gobernador.

En paralelo, "la tía Chechu" -como le gustaba que la llamaran los jóvenes a los que reunía en su ciudad para conversar de política- comenzó a trascender los límites de la política a través de algunas acciones pretendidamente naif. Su trend topic fue aquella sugerente imagen casi hot con la camiseta de la Selección. 

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Un voto hoy, un cargo mañana

En la Legislatura, "Chechu" cotizó su banca en momentos claves de la reciente política, como cuando a fines de 2018 apoyó el llamado anticipado de elecciones a gobernador. Intentó formar parte de la boleta de Chubut al Frente que encabezaron Arcioni y Ricardo Sastre, pero no lo logró.

Sin embargo, tuvo éxito posteriormente al ser designada ministra de Desarrollo Social, Familia, Mujer y Juventud. En pocos meses logró ascender y caer vertiginosamente, siempre haciendo mucho ruido.

Se peleó con intendentes por temas específicos de su cartera, mientras le generaba al gobernador más problemas de los que ya tenía; como cuando su delegado en Esquel fue sorprendido en estado de ebriedad. El funcionario tenía antecedentes penales, pero la ministra adujo que ignoraba que debía pedirles certificado de antecedentes a sus colaboradores.

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Luego apareció el escándalo con su primo Martín Sandoval, la masajista y la niñera que llegó a directora. El contador, que la acompañaba desde sus tiempos como legisladora, la denunció por irregularidades luego de ser expuesto por la masajista de Esquel. Sandoval terminó aportando información en la Justicia sobre contrataciones de Torres Otarola que no serían legales.

Así se llegó a los 24 "ñoquis calientes" que motivaron la intervención del fiscal jefe de la Unidad Anticorrupción, Omar Rodríguez. Fue por ese tema que Arcioni decidió echarla, aunque se permitió protestar airadamente por tener que dejar un cargo aduciendo que "le cortaron las piernas a un equipo de calidad".
"La ex ministro Torres Otarola hizo ingresar a su niñera haciendo creer que prestaba un servicio para el Estado y en realidad no lo hacía. Solo estaba a cargo de los hijos de ella. Esta persona cobraba un sueldo elevado y no cumplía ningún tipo de función acorde a la función para la que se la había contratado", dijo el funcionario judicial.

Sería uno de los casos. También está el de un ciudadano peruano -con antecedentes de violencia de género- que no tendría residencia en Chubut y que alguna vez habría sido jardinero de la ex funcionaria; el de una mujer que sería madre de un abogado ya involucrado en causas de corrupción; y otros 20 casos por el estilo.

Según el fiscal Otarola "le pedía a sus asesores la mitad de su sueldo y lo depositaba en la cuenta de su niñera. Desde allí, la niñera hacía las transferencias a la ex ministro a través de diferentes cuentas. Se depositó más de un millón y medio a las diferentes cuentas de Torres Otarola en los últimos cuatro años".

Durante los allanamientos, "abrimos legajos de estas personas contratadas y no hay ni siquiera una foto del DNI. No se sabe si tienen el secundario completo; si tienen antecedentes penales; si están bien de salud... las carpetas solo tienen nombre y están vacías".